sábado, 12 de marzo de 2016

El océano al final del camino

Hola, espero que estén genial, hoy traigo a Neil Gaiman de nuevo a este blog. (Mi primera reseña fue de Coraline).

El océano al final del camino

Cuando nuestro protagonista regresa al pueblo donde vivió cuando era niño decide, en vez de hacer lo que lo llevó hasta allá, ir a visitar la granja de las Hempstock. Una vez allí comienza a recordar todo lo que vivió y, en especial, a su amiga Lettie y su ''océano''.
El protagonista conoció a Lettie, su madre y a su abuela a partir de la extraña muerte de el inquilino que vivía en su casa. Él protagonista se encariña con estas poderosas mujeres y su mundo fuera de lo común.
En una pequeña excursión una criatura a la que llaman ''la pulga'' logra colarse en el cuerpo del niño ya que este suelta la mano de Lettie. De regreso a su casa se da cuenta de un extraño agujero que tiene en el pie y decide sacar el gusano que está dentro. Al siguiente día su madre llega con una nueva niñera diferente al resto.
Pronto el niño se da cuenta de que su niñera, Úrsula, es la pulga y que ha llegado para arruinar su vida.


Realmente pienso que Neil Gaiman es un genio. Este libro me ha encantado tanto que lamento haberlo comenzado durante clases y no poder prestarle todo mi tiempo pero, aún así, lo he disfrutado mucho. Sus personajes me han gustado, pero Lettie en especial me ha encantado muchísimo. La historia me parece genial, una genialidad que hace único a Gaiman.
Tan solo tengo que decir que lo recomiendo muchísimo (al igual que Coraline), que si lo leen o lo han leído me digan qué les pareció y que me pueden dar recomendaciones tanto de lecturas como contenido para el blog en los comentarios o mis redes (Twitter, Instagram).

Hasta pronto y les dejo unas de las frases que más me han gustado de El océano al final del camino:

''Vivía en los libros más que en cualquier otra parte''.
''Me evadí mentalmente, enfrascándome en la lectura de un libro. Así era como me escapaba cuando la vida real se me hacía cuesta arriba o demasiado inflexible''.
''-Nada es nunca igual -dijo-. Así hayan transcurrido un segundo o cien años. Todo está en continuo movimiento. Y la gente cambia al igual que cambian los océanos''.